La tecnología PET-CT combina dos técnicas de imagen en un solo equipamiento, es decir, en una misma máquina. Con la PET conseguimos imágenes de la distribución en el organismo de moléculas marcadas con isótopos radiactivos emisores de positrones que previamente han sido inyectadas al paciente. La molécula más utilizada es la fluordesoxiglucosa marcada con 18F (18F-FDG). La información suministrada por la PET es de carácter funcional, metabólico o bioquímico. La CT (tomografía computerizada / escáner) aporta información fundamentalmente anatómica, estructural y morfológica. Mediante la exploración PET-CT se identifican cambios metabólicos, imagen PET, que simultáneamente son localizados con la imagen CT, combinando las ventajas de cada una de las dos técnicas.
Dentro de las aplicaciones del PET-CT, la principal es la oncológica. De forma muy simple, la PET permite diferenciar entre tejido tumoral y tejido sano, entre tejido tumoral y fibrosis postcirugía o postradioterapia; mientras que el CT localiza y define anatómicamente los tejidos tumorales.
