Resiliencia es la capacidad humana de adaptarse a situaciones realmente difíciles, utilizando recursos psicológicos específicos que ayudan a superar y conseguir una transformación, y finaliza en una persona más fuerte a nivel físico y mental. Es algo que está presente en todos en mayor o menor medida, y puede ser trabajada como cualquier habilidad. No se trata de la persona que nunca se cae, sino de la que se levanta siempre.
Las personas resilientes son conscientes de su propio potencial, así como de sus limitaciones, además poseen autoconfianza, autoestima, ven las dificultades como posibilidades y no evitan el cambio.
¿Cómo ser resiliente?
Hoy vivimos una situación adversa para todos, la cual afecta a diferentes ámbitos de nuestras vidas y en muchos casos influye en el estado de ánimo y la salud emocional. Por lo que potenciar la propia resiliencia representa un punto importante a trabajar. Desde el equipo de Psicología del Centro Médico, queremos darles algunas pautas para lograrlo:
- Actitud ante la crisis. Debemos partir de que todos hemos pasado por momentos difíciles en nuestras vidas y los hemos superado. Esta circunstancia que vivimos hoy también es temporal, pasará y saldremos fortalecidos, como ya lo hemos hecho antes.
- Atención plena. Es fundamental que lo único que tenemos real es nuestro presente. Focalízate en cada una de las cosas que hagas en el día e intenta hacerlas disfrutando de ellas. Hemos de ser conscientes de que el pasado ya pasó y el futuro está por llegar, lo único cierto es el aquí y el ahora, ¿lo estamos disfru- tando?
- Los miedos paralizan. Solamente nos bloquean e impiden que avancemos. Os suena la frase que comienza por «y si… pasa lo peor», muchas veces no hacemos las cosas que deseamos hacer por esos miedos futuros que no están por confirmar. Céntrate en el día a día.
- Ser agradecidos. Tenemos la enorme suerte de es- tar vivos con todo lo que ello implica, somos afortunados de poder leer en este momento esta revista. Valora todo lo que sí puedes hacer, no te quedes solo con lo que te falta. Agradece a la vida, a la familia, a Dios o a la gente que te quiere el poder estar aquí, compartiendo momentos con ellos.
- Nunca pierdas tus valores. Es fundamental estar siempre orientado a ellos, son nuestro principal motor, siempre que estemos orientados al amor, todo irá bien en nuestras vidas.
- Vive cada momento como único. La sonrisa de un niño, una buena conversación con algún vecino, la amabilidad del conductor del autobús, es fundamental estar siempre atentos a las maravillas que tenemos a nuestro alrededor, solo así exprimiremos la vida.
- Autoevalúate. Si de algo ha servido esta pausa obligada es que ha hecho que muchas personas evalúen el rumbo de su vida, y ahora lo puedan cambiar si no es el que esperaban. Hemos reflexionado mucho y nos ha servido para valorar lo verdaderamente importante: la familia, el contacto, los abrazos, los besos, los amigos, el amor. Si algo no te gusta, es- tás a tiempo, cámbialo, esta vida es solo una y tenemos que hacer lo que nos llene, lo que nos motive.
- Intenta no quejarte. Es bueno analizar nuestros sentimientos, comprenderlos y luego enfrentarlos. Nuestros pensamientos negativos alimentan nuestro cerebro si los dejamos, es fundamental luchar contra esa negatividad que nos paraliza. Transforma esos pensamientos en unos más realistas, planea viajes, contacta con gente, llama a tus seres queridos.
- Cuídate. Relájate, únete a la naturaleza, haz depor- te, come sano, practica hobbies, ordena tus espacios, canta, baila y, sobre todo, quiérete.
Si necesitas más información, no dudes en ponerte en contacto con los mejores psicólogos en el Centro Médico de Asturias.