Área médica del Centro Médico de Asturias en Oviedo
La importancia de la pisada

La importancia de la pisada

Medicina Deportiva
19 mayo, 2023

    

El cuerpo humano está diseñado para la bipedestación y la deambulación, es decir, estar de pie y caminar con el óptimo gasto de energía. Nuestros huesos y articulaciones forman un conjunto de cadenas cinéticas sinérgicas e influenciables entre sí, eso significa que si una parte se altera generará alteraciones a distancia. Dicho de otro modo, somos un mecano vivo. El pie es la parte distal de una de esas cadenas cinéticas, cualquier alteración a nivel de cadera, rodilla e incluso de columna vertebral puede provocar modificaciones en la forma de pisar. También lesiones, traumatismos o enfermedades de los pies podrán producir compensaciones en la rodilla, la cadera y la columna vertebral. Esas adaptaciones en algunas ocasiones son causantes de dolores.

Las nuevas tecnologías han facilitado desarrollar sistemas que permiten medir el movimiento de nuestro mecano vivo. Hay sistemas muy complejos que nos permiten estudiar todo el cuerpo a la vez y generar nuestro propio avatar, y sistemas más sencillos que miden las presiones plantares que nos permiten estudiar la pisada durante la marcha y generar, si fuera preciso, plantillas adaptadas a la marcha en impresoras 3D.

¿Es necesario realizar un estudio de la pisada a todas las personas?

No. Todos los humanos tenemos un patrón de marcha sofisticado pero sencillo, apoyamos el pie en el suelo por el talón y lo despegamos por el dedo gordo, nada más. Lo que pase entre esas dos fases varía mucho de un individuo a otro. Cada sujeto tiene su forma peculiar de caminar y, de hecho, somos capaces de reconocer a nuestros conocidos en la distancia viendo cómo caminan antes de distinguir sus rostros.

¿Cuándo debemos solicitar un estudio de la pisada?

Cuando tengamos dolor a nivel del pie y no hayamos sufrido un traumatismo que lo justifique. Cuando tengamos dolor en rodilla, cadera o columna vertebral y nos hayan descartado patología a esos niveles.

¿Sirve el estudio de la pisada para prevenir lesiones?

Sí y no. Sí, si se trata de cuerpos en crecimiento, es decir, niños. Niños que desgastan mucho los zapatos o el desgaste es asimétrico. Niños cuyos profesores de Educación Física notan que corren o saltan de forma peculiar, niños con actitudes escolióticas, es decir, malas posturas de columna vertebral. Niños con esguinces de tobillo de repetición o tendinitis de repetición durante la práctica de deportes. No, en adultos. En adultos solamente si tienen dolor. Un adulto puede tener una pisada peculiar que posiblemente sea una compensación de su cuerpo por una leve disimetría, por un proceso leve discal (protrusión discal), por un genu valgo moderado, etcétera, y no tiene dolor. Si a esos adultos les modificamos la pisada, por ejemplo con unas plantillas, nosotros podemos desencadenar el dolor que no tenía al impedir la compensación a su cuerpo.

¿Siempre se ponen plantillas después de analizar la pisada?

No. Hay alteraciones de la pisada que se pueden solucionar o compensar con trabajo muscular, frecuentemente asimétrico. Detectamos dónde tiene su debilidad muscular y le programamos ejercicios adaptados a su problema.

¿Debemos estudiar la pisada antes de comprar zapatillas deportivas?

No. Debemos comprar zapatillas deportivas neutras y que estén adaptadas a nuestro deporte y al terreno donde lo vamos a realizar. No todas las zapatillas sirven para todos los sujetos, ni las más caras son las mejores. Pongamos un ejemplo práctico de uso del estudio de la pisada en la clínica diaria: mujer de 58 años diagnosticada de un síndrome doloroso del trocánter mayor (trocanteritis), con una imagen de inflamación en el tendón del glúteo izquierdo y que fue tratada con antiinflamatorios, fisioterapia e infiltraciones, refiriendo la paciente poca o ninguna mejoría. El Servicio de Reumatología nos lo deriva y en el estudio vemos que el glúteo derecho no trabaja bien y obliga a realizar un esfuerzo en exceso al glúteo izquierdo, probable causa de la inflamación. Nuestro tratamiento será ayudar a ese glúteo que no funciona (cazoleta adaptada en el talón) y con trabajo muscular en apoyo monopodal, además de estiramientos forzados de los músculos pelvitrocantéreos izquierdos. A partir de la tercera semana la paciente nota una clara mejoría, se deriva de nuevo a su servicio para que determinen qué pautas de revisión precisará.

Firmado: María Luisa Ruíz, doctora en Medicina Deportiva del Centro Médico de Asturias

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